Rasgos psicológicos de indios sudamericanos

Autores/as

  • Samuel A. Lafone Quevedo

Palabras clave:

Antropología sociocultural, Etnografía, Indígenas, Rasgos psicológicos, América del Sur,

Resumen

Todos sabemos lo que eran los indígenas de Méjico, de Centro América, de la región andina desde Panamá hasta los límites australes de la cultura dicha del Perú: nadie se atrevería a negar que su mentalidad podría llegar hasta donde alcanza la de   las gentes del Viejo Mundo en sus finalidades.La conquista y todas sus consecuencias alteraron el curso de la evolución indígena, y cuatrocientos años de sujeción al dominio más o menos duro de la raza invasora, no podía menos que atrofiar todas las facultades mentales y morales de los sometidos: así los Indios eran morales entre sí, pero inmorales, hasta perversos, para con sus opresores, porque eran víctimas, muchas veces, de toda clase de injusticias, y veían que los llamados cristianos no se perdonaban ni siquiera los unos a los otros, cuando ellos, los Indios entre sí, se respetaban con todos los puntillos del más cumplido caballero castellano.El invasor, empero, necesitaba justificar su atropello de los derechos  del Indio en su propia América, negándole a éste hasta su calidad de homo sapiens, con alma y cuerpo como el mejor de sus nuevos amos, hasta que la Santa Sede definió la verdad desnuda de que el Hombre Americano era como los demás hombres de su género, especie mundial, un ser inteligente, con cuerpo y alma como el mejor de sus opresores Ar-ya-nos.Así lo pensaron y así lo legislaron también los reyes de Castilla, que en muchas de sus cédulas reales y demás instrumentos para servir al mejor gobierno de Indias y sus habitantes, invocaban esta razón sobre todas las demás que cupieren- en descargo de la real conciencia.- porque no la tenían demasiado tranquila en cuanto a la conquista de América.Terrible es la desaparición de tanta nación y estirpe de Indios en las tres Américas, desde que empezó la despoblación de ellos en las Antillas a principios del siglo XVI hasta nuestros días en los Chacos y Pampa: ¡naciones enteras exterminadas porque se defendían en pro de sus tierras y hogares, queriendo  conservar su libertad y vivir a su modo!La ocupación de la Pampa por los Indios Araucanos la conservó para que la Argentina de hoy pueda tenerla por suya, pero los pocos que quedan de ellos en vano solicitan que se les reconozca como dueños de miserables rincones donde antes lo era todo.La mejor arma, los caballos y el valor intrépido del castellano los vencieron; pero mucho ayudaron  desde Méjico hasta el Perú las traiciones de Cortés y Pizarro, porque traición es si se abusa de un hospedaje.No es, empero, de Méjico ni del Perú, ni de su mentalidad o cultura, que ha de tratarse en estás páginas, sino de ciertos otros Indios de la Antillas y Brasil que, aunque llamados ·salvajes· por los autores que de ellos han escrito, sabían raciocinar como cualquier otro ser humano de los que se jactan de ser civilizados.

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